La temporada 2023 del fútbol americano universitario ya está en plena acción y cada partido, cada emoción, cada jugada habrá que atesorarlas como si fuera la última…porque será la última, al menos de una era de conferencias con lógicas regionales y duelos con un pasado que se remontan por más de 100 años.
Desde el 2024, el mapa y la estructura del fútbol americano universitario cambiará radicalmente: los playoffs se expandirán hasta los 12 equipos y, tal vez lo más importante, equipos históricos cambiarán de conferencia, al punto que seguramente la Pacific-12, fundada en 1915, dejará de existir.
Cambios de conferencia han existido siempre, pero nunca antes manera tan profunda como en el último año, desde que UCLA (la Universidad de California en Los Ángeles) y USC anunciaron que dejaban la Pac-12 para marcharse al Big-10 desde el 2024, asociación del medio oeste basada en estados como Illinois, Indiana, Michigan y Ohio.
A comienzos de agosto de este año siguieron el mismo camino Oregon y Washington, por lo que desde el 2024 la B10 tendrá 18 equipos, y se convirtió en la primera en abarcar desde el Atlántico (Rutgers, afiliada en 2014) hasta el Pacífico (UCLA, USC, más los Ducks y Huskies).
Ante este “terremoto”, otras universidades del Pac-12 tomaron acciones urgentes y fue así que Arizona, Arizona State, Colorado y Utah también anunciaron que desde el próximo año se unirán a la Big-12 Conference, originalmente del centro del país.
El B12 se ha convertido en el símbolo de la inestabilidad y los cambios del último tiempo en el college football, ya que este año sumaron a la Universidad de Central Florida, Cincinnati, Houston y Brigham Young, pero a su vez desde el 2024 perderán a dos gigantes, como Texas y Oklahoma, que se afiliarán a la Southeastern Conference (SEC).
La partida de Oklahoma pondrá fin a su tradicional duelo con Oklahoma State, la famosa Bedlam Series, que se disputa desde 1904.
EL ÚLTIMO APAGA LA LUZ
El golpe definitivo para la Pac-12 Conference llegó el 1 de septiembre, cuando Stanford y California (la original de Berkeley) fueron aceptados por la Atlantic Coast Conference (ACC) a partir del 2024. La ACC se convirtió así en la segunda asociación con universidades desde el Atlántico hasta el Pacífico.
De las dos universidades que quedan en la Pac-12, Oregon State y Washington State, se espera que en los próximos días anuncien su partida a otras conferencias, como la Mountain West o la American Athletic Conference (AAC), lo que en la práctica significaría el fin de una conferencia de más de 100 años.
¿POR QUÉ?
Todo estos cambios están motivados por el deseo de recibir mayores ganancias por los derechos televisivos, ya que Pac-12 era la que menos repartía entre las cinco grandes conferencias del college football y un acuerdo con Apple TV no le gustó a la gran mayoría de las universidades. Incluso, Stanford y California aceptaron recibir en los primeros siete años solo el 30% de los derechos de TV con tal de ingresar a la ACC.
Por su parte la ACC, de gran tradición en el básquetbol universitario gracias a Duke, North Carolina, North Carolina State y Syracuse, entre otros, tendrá en Stanford y Cal (más SMU que llegará desde la AAC) equipos para mejorar su rendimiento en el fútbol americano con tal de apostar a lucrativos contratos televisivos en el mediano plazo.
Solo queda, entonces, disfrutar de esta temporada 2023 de la NCAA ya que será la última tal y como la conocíamos.
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