“Si lo construyes, ellos vendrán”. La frase es todo un referente del deporte profesional norteamericano, y es un derivado de “If you build it, he will come”, la famosa línea de Ray Kinsella (Kevin Costner) en la película El Campo de los Sueños. ¿La conocen, cierto? Si es que no, acá les va un resumen (sin spoiler): un granjero de Iowa, que tuvo una difícil relación con su padre, construye una cancha de béisbol en el maizal de su casa, que es visitado por fantasmas de grandes jugadores, como “Shoeless Joe” Jackson.
Pero por estos días la frase no tiene que ver ni con fantasmas ni con maizales. Es mucho menos romántica, de hecho. Se relaciona con la importancia, política y económica, de tener estadios grandes y modernos en los híper mercantilizados campeonatos deportivos de Estados Unidos.
El ejemplo más reciente está en Las Vegas, que el 11 de febrero recibirá el Super Bowl entre los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers.
¿Qué hizo Las Vegas para ser sede del mayor evento deportivo de Estados Unidos? Ya saben la respuesta: lo construyeron y ellos vinieron. ¿Quiénes? Primero fueron los Raiders, franquicia que arrastraba por años problemas con la ciudad de Oakland para deshacerse del viejo Coliseo y levantar un recinto moderno de acuerdo a las exigencias de la liga. En Las Vegas les ofrecieron un estadio de USD 1,8 mil millones, financiado en buena parte por la ciudad gracias a un alza en los impuestos a los casinos y los Raiders -con la aprobación de la NFL y de los otros 31 equipos- optaron por mudarse.
La línea aérea de bajo costo Allegiant se quedó con el derecho del nombre y el 21 de septiembre de 2020, con un duelo entre los Raiders ante los Saints, se jugó el primer partido de fútbol americano profesional en la historia de Las Vegas.
La guinda de la torta llegó días después de la inauguración del Allegiant Stadium, cuando la oficina del comisionado anunció que el Super Bowl LVIII se disputaría en Las Vegas.
La decisión de la NFL de permitir el cambio de los Raiders y luego asignarle un Super Bowl a Las Vegas puso fin a un largo veto de la liga de fútbol americano a la ciudad de 700 mil personas de Nevada, ligada a los casinos y las apuestas.
La NFL prohibía reglamentariamente las apuestas a los jugadores y a cualquiera de sus funcionarios, además que bloqueaba cualquier auspiciador ligado al turismo de Las Vegas en la transmisiones del Super Bowl. Pero las cosas generalmente evolucionan, y en este caso, en gran parte gracias a las apuestas online y a los fantasy.
El camino lo abrió NHL al autorizar en 2017 la franquicia Vegas Golden Knights y luego siguieron los mencionados Raiders. Pero hay más: los Athletics de la Major League Baseball dejarán Oakland y se mudarán el 2028 a su nuevo estadio en Las Vegas (que se levantará donde hoy se encuentra el histórico hotel y casino Tropicana) y LeBron James tiene planes para crear un nuevo equipo en la ciudad que de “pecadora” pasó a convertirse en la capital del deporte de Estados Unidos.
NFLenCastellano 