Un 3 de febrero de 2002, en New Orleans, se enfrentaron Patriots vs Rams.
Un 3 de febrero, pero 2019, se vuelven a enfrentar Patriots vs Rams, esta vez en Atlanta.
En el primer partido nació la leyenda de Tom Brady. Exactamente 17 años después, el Super Bowl LIII puede cerrar la carrera de quien es casi unánimemente considerado como el mejor jugador de la historia.
Pero en esa temporada del 2001, Brady era recién el mariscal suplente en New England. Lo habían seleccionado en el lugar 199 del Draft del 2000 y aquel año solo había lanzado tres pases. El titular era el experimentado Drew Bledsoe, quien en 1996 había liderado a los Patriots al título de la AFC y a jugar el segundo Super Bowl de su historia.
Sin embargo, en el segundo partido del 2001 Bledsoe sufrió una lesión y el joven Tom Brady asumió la titularidad. No se esperaba mucho del ex mariscal de la Universidad de Michigan, pero de manera sorpresiva New England ganó 11 de los siguientes 14 partidos y clasificó a los playoffs.
En la postemporada, los “Patriotas” derrotaron a los Raiders en el polémico partido del “tuck rule” y luego en la final de la AFC, viajaron a Pittsburgh para medirse ante los Steelers. Brady comenzó como titular, pero una lesión en el segundo cuarto lo dejó fuera del partido y su lugar fue ocupado por Drew Bledsoe. New England logró administrar la ventaja inicial y se coronaron campeones de la Conferencia.
Pese a la aparición de Bledsoe, el entrenador en jefe Bill Belichick ratificó toda la confianza en el joven Brady y lo confirmó como titular para enfrentar a los St. Louis Rams en el Super Bowl XXXVI.
Entonces los Rams tenían un equipo poderoso, plagado de figuras y liderados por el mariscal Kurt Warner. Habían ganado la gran final dos años antes y eran los grandes favoritos sobre los Patriots, considerados como el equipo “cenicienta” por el joven QB y su sorpresiva campaña en la temporada regular.
La clave del partido fueron los errores ofensivos de los Rams, que entre intercepciones y fumbles, significaron 17 puntos para los Patriots.
Estadísticamente, Tom Brady no tuvo un partido espectacular (145 yardas, 16 pases completos en 27 intentos, 1 TD), pero mostró todo su talento con el partido empatado 17-17 y 81 segundos por jugar. Lejos de ser conservadores, los Patriots presionaron por la victoria y avanzaron 53 yardas para permitir que Adam Vinatieri anotara el gol de campo ganador cuando quedaban 7 segundos en el reloj.
Ese día cambió la historia de la NFL. Desde entonces, Tom Brady y los Patriots han ido a otros ocho Super Bowl, consolidando una dinastía sin igual en la máxima liga del fútbol americano. El domingo 3 de febrero de 2019 se volverán a ver las caras contra los Rams (ahora eso sí con casa en Los Angeles) con el objetivo de sumar más récords: New England para igualar a los Steelers con seis títulos de Super Bowl y Tom Brady para convertirse en el único jugador con seis triunfos en la gran final de la NFL.