La que sigue es una pregunta recurrente en la NFL: ¿Qué hacer con Tim Tebow? Tras un par de temporadas esperanzadoras –y fortuitas- con los Denver Broncos, que permitieron el nacimiento del fenómeno conocido como “Tebowmania”, su llegada el año pasado a los New York Jets expuso a un jugador mediocre, de escasas condiciones para esta liga, que no supo ganarse el apoyo de sus compañeros y que fue removido a tercer mariscal en el equipo.

Luego que los Jets lo dejaran ir, no hubo muchos equipos que corrieran a buscarlo, más si el mismo Tebow frenó cualquier opción más realista de utilizarlo como corredor o ala ofensiva. Hasta que aparecieron los Patriots, pero sólo con la promesa de probarlo, sin garantías de dejarlo en el equipo para la temporada regular.

Y por lo visto en dos partidos amistosos de pretemporada, las opciones de Tebow de estar entre los 53 jugadores de New England que el 8 de septiembre visitarán a los Bulls, en Buffalo, no se ven sencillas. De partida, porque la pelea por el puesto de suplente de Tom Brady la tiene totalmente perdida ante Ryan Mallett, quien ha puesto muy buenos números durante agosto, como por ejemplo ante los Buccaneers, con un total de 137 yardas (12 de 20) y un TD, en un par de cuartos. Por el contrario, en el mismo duelo ante Tampa Bay, Tebow terminó con… -1 (1 de 7) y una intercepción.

Como ya es costumbre, a Tebow se le ha visto con una técnica pobre a la hora de lanzar y sólo suma números positivos cuando lo han mandado a correr con el ovoide (31 yardas por tierra ante los Eagles y 30 contra los Bucs), pero es muy improbable que en algún partido los Patriots quieran sacar del campo a Brady para ejecutar alguna jugada de engaño de la mano del ex mariscal de los Jets.

A Tim Tebow le quedan dos partidos para demostrar que puede quedarse en Boston al menos como el tercer mariscal. Para suerte suya, no hay nadie debajo de él, pero tampoco sería descartable que los “Patriotas” lo dejen ir y contraten a un mariscal que esté libre y que se adapte de mejor manera a la ofensiva del entrenador Bill Bilichick.