Aaron Rodgers, uno de los mejores mariscales de campo de la NFL, estará fuera de las canchas entre cuatro y seis semanas, abriendo una duda sobre las opciones de los Green Bay Packers de llegar a los playoffs, ya que también tienen fuera de combate a otros jugadores clave, como Clay Matthews, el líder de la defensiva. Rodgers se fracturó la clavícula en el partido del lunes por la noche, ante los Bears, que perdieron 20-27.

Según la información recogida por Ian Rapaport, reportero de NFL Network y NFL.com, el número 12 de Green Bay podría regresar luego de cuatro semanas, ya que suele sanar más rápido que el promedio.

De todas maneras, eso significa que los Packers jugarán sin su mariscal estrella –y uno de los jugadores mejor pagados de la liga- contra los Eagles, en Nueva York ante los Giants, ante los Vikings y en Detroit. Si el escenario más optimista no se concreta, Rodgers tampoco jugaría ante los Falcons y en Dallas.

Si bien, salvo los Lions, ninguno de estos rivales se puede considerar como una gran amenaza, las dudas aumentan ante el bajo nivel exhibido por el reemplazante Seneca Wallace en la derrota ante los “Osos” de Chicago.

Por lo pronto, los Packers ya anunciarion que Wallace será el QB titular ante los Eagles este domingo, y se asume que le entregarán más veces el balón al corredor Eddie Lacy, pero no se descarta que ante una nueva derrota se enciendan las alarmas y Green Bay firme a un nuevo mariscal. Por ejemplo, está sin equipo Matt Flynn, quien en las últimas temporada no pudo asegurar el puesto de titular en Seattle, Oakland y hace poco fue despedido de Buffalo, pero que dejó buen recuerdo en Green Bay mientras fue el suplente de Rodgers hasta diciembre de 2011, incluyendo aquel partido en que lanzó seis TD ante los Lions.

Green Bay está en una cerrada lucha por la supremacía de la División Norte de la NFC ante Lions y Bears (los tres con marca de 5-3), por lo tanto, no tiene mucho margen de error.