NOTA PUBLICADA EN LA CUARTA EL VIERNES 31 DE ENERO

Con 37 años, Peyton Manning es el “niño bonito” de la NFL, el jugador que todos quieren y como hace tres años lo operaron del cuello por una lesión que casi termina con su gloriosa carrera, lo cuidan como a porcelana china.

Entonces, para protegerlo, su equipo, los Denver Broncos no tuvieron mejor idea que poner en la cancha en la línea de protección a dos…mexicanos. Y no son Don Ramón o el Chavo, dos «chaparritos». Ni se le vaya a ocurrir decir eso al lado de estos dos roperos. Uno es Manuel “Manny” Ramirez, de 1,91 metros y 145 kilos. El otro es Louis Vasquez, de 1,96 metros y 147 kilates. ¿Ya vio? Vaya y dígales “chaparros”, a ver cómo le va. (en la foto, Ramírez usa el 66 y Vásquez, el 65).

En rigor, estos roperitos son hijos del Tío Sam, pero llevan la tricolor marcada gracias a sus familias, y Ramírez habla el español casi tan bien como el profe Jaime Campusano. Incluso, como en la NFL hay apenas 25 jugadores de descendencia hispana, “Manny” y el “Lucho” se pasan de listo durante los partidos y usan la lengua de Cervantes para distraer a los contrarios.

Ambos son bien “cuates”, ya que se conocieron jugando en la universidad en Texas Tech y esta temporada se reencontraron en Denver. Suelen visitarse para comer tacos y enchiladas (estos dos no están ni ahí con las dietas). Y ahora están ante los ojos de Estados Unidos y el mundo en la previa del Super Tazón, la final de la NFL, donde sus Broncos se las verán este domingo en Nueva York contra los Seahawks.

En el Día de la Prensa esta semana los dos “cuates” hablaron con La Cuarta. Ramírez dijo que “creo que en la NFL hay pocos latinos por un tema de envergadura, pero si ven el partido se darán cuenta que no es necesario ser tan grande”, mientras que Vasquez contó un secreto del famoso Peyton Manning: pese a lo serio que se ve en la cancha, es bueno para el leseo. Ambos, claro, dijeron estar bendecidos por llegar a un evento como este.