Adrian Peterson es una de las grandes figuras de la NFL. Un corredor de grandes habilidades, que en 2012 casi solo ayudó a los mediocres Minnesota Vikings a llegar a los playoffs y gracias a eso se ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Temporada.

Hoy, todos hablan de Peterson, pero nadie de sus cualidades futbolísticas, ya que el jugador está involucrado en un grave tema judicial tras ser acusado este 12 de septiembre de golpear y generarle lesiones a su hijo de cuatro años.

Los hechos, según reportó la prensa de Estados Unidos, ocurrieron en Texas, en mayo.

De acuerdo a la versión del abogado de Peterson, el jugador de los Viking “sólo le aplicó unos “varillazos” al menor. Sin embargo, esa versión es fácilmente descartable ante las fotos de la brutal agresión y la declaración del niño, que habla incluso de golpes de parte del futbolista que pesa casi 100 kilos y mide 1,85 metro.

El deportista se entregó a las autoridades de Montgomery, Texas en la madrugada del sábado 13 de septiembre, y media hora después fue liberado bajo una fianza de US$ 15 mil.

De todas maneras, Peterson no se vestirá para jugar este fin de semana por los Vikings, ya que el equipo lo sacó de la lista de jugadores activos para enfrentar a los New England Patriots.

La acusación contra Peterson llegó en una de las peores semanas para la NFL en décadas: el lunes se conoció el video de la agresión de Ray Rice (Ravens) contra su novia en el ascensor de un casino; aparecieron voces solicitando la renuncia del comisionado acusándolo de haber visto las imágenes hace mucho tiempo y aplicarle una sanción irrisoria a Rice, y por lo mismo la liga tuvo que designar a un ex director del FBI para investigar de manera independiente el manejo de toda la situación.

El caso de Rice, al que se suma el de Peterson, marcan un cambio radical en el  manejo que la NFL tendrá de la violencia intrafamiliar. Incluso antes de que se conociera el video con la agresión de Rice, a fines de agosto el comisionado Roger Goodell (supuestamente sin haber visto el contenido completo) reconoció su error por el leve castigo original de apenas dos partidos y anunció penas muchas más duras, además de elaborar un código de comportamiento que envío a los 32 equipos.

El nuevo escenario tuvo un impacto inmediato, y lo prueba la rapidez con la que los Vikings anunciaron que desactivaban a Peterson. A eso se suma que el domingo 14 de septiembre por la mañana, horas antes de enfrentar a los Detroit Lions, los Carolina Panthers anunciaron que el ala defensiva Greg Hardy no jugaría dicho encuentro. Todo apunta a un juicio pendiente por agredir y amenazar a una mujer en mayo.