El Draft es el principal evento de la NFL durante la intertemporada. Es casi un reality, con decenas de cámaras enfocadas en los jóvenes que esperan escuchar su nombre entre los jugadores seleccionados por los equipos de la liga. Los primeros en ser llamados son los grandes ganadores de la jornada, los héroes que se llevan todas las portadas y que comenzarán a recibir decenas de millones de dólares en sus cuentas.

Los que van quedando en el camino, son alimento al morbo de las redes sociales, que explotan cada vez que enfocan a un joven jugador cabizbajo consolado por los familiares que esperan junto a él.

Así sucede cada año, y por eso el Draft ha crecido tanto, al punto de ganarle en rating a los partidos de los playoffs de la NBA y la NHL.

Pero lo que ocurrió en el Draft de 2016, que se realizó en Chicago, se salió de toda norma.

Laremy Tunsil era una de las grandes cartas. Tacle ofensivo de la Universidad de Mississippi, 1,96 metro y 141 kilos, asomaba como la pieza ideal para reforzar la línea ofensiva de varios equipos. Para algunos, debía ser la primera selección del Draft. La gran mayoría lo proyectaba en el número 3 y en el peor escenario, aparecía en el número 6.

Sin embargo, 13 minutos antes del comienzo del show. Todo cambió. Las redes sociales explotaron. En la cuenta de Twitter de Tunsil apareció un video de él fumando marihuana a través de una máscara de gas.

Comenzó el Draft. Los Rams seleccionaron a Jared Goff y los Eagles se llevaron a Carson Wentz. Hasta ahí, no había sorpresas porque ambos cuadros negociaron para subir en el tablero y llevarse a esos mariscales de campo. ¿Los Chargers se llevarían a Tunsil con la tercera selección? No, optaron por Joey Bosa, liniero defensivo.

También pasaron Cowboys, Jaguars, Ravens y otros seis equipos, hasta que en el número 13, el comisionado Roger Goodell anunció que los Miami Dolphins se quedaban con los servicios de Laremy Tunsil.

Para muchos periodistas especializados, un gran acierto de los “Delfines” al llevarse al jugador con más talento este Draft. Para unos pocos, un riesgo demasiado grande por las polémicas extradeportivas de Tunsil.

Pero la noche del jugador de Ole Miss no terminó ahí. Minutos antes de enfrentar a los periodistas en la conferencia de prensa, en la cuenta de Instagram de Tunsil apareció el intercambio de mensajes con uno de los directores atléticos de la Universidad, al que le pedía dinero para el arriendo y las cuentas de su madre, situación totalmente ilegal para la NCAA (la liga de las competencias universitarias).

Luego de varias evasivas, Tunsil terminó reconociendo la solicitud de dinero, pero antes de que siguiera, una persona de la NFL interrumpió la conferencia y se llevó al jugador.

¿Quién envió los mensajes desde las cuentas de Tunsil? El jugador está descartado. En algún momento se pensó en su padrastro, a quien tiene demandado por presuntas agresiones. En los últimos días, desde el entorno del jugador apuntan a un asesor financiero despedido en octubre del año pasado y quien le habría regalado un celular a Tunsil.

Lo que sí está claro es todo el dinero que perdió el jugador. Las reglas de la NFL en cuanto al sueldo de un profesional debutante son muy estrictas y están relacionados al lugar de selección en el Draft. Tunsil firmó por cuatro años y se estima que los Dolphins le pagaron menos de US$ 12 millones por temporada, pero de haberse ido a los Ravens en el puesto 6, habría firmado por US$ 21 millones.

Según ESPN, los Baltimore Ravens tenían a Tunsil en sus planes, pero declinaron seleccionarlo luego de ver el video del jugador fumando marihuana con una máscara.

En algunos años sabremos si la decisión de los Dolphins fue un error o uno de los grandes aciertos de las últimas temporadas.