Las Vegas cumple su sueño y será sede del Super Bowl del 2024 Responder

“Si lo construyes, ellos vendrán”. La frase se ha convertido en todo un referente del deporte profesional norteamericano, y es un derivado de “If you build it, he will come”, la famosa línea que escucha Ray Kinsella (Kevin Costner) en la película “El Campo de los Sueños”. ¿La conocen, cierto? Si es que no, acá les va un resumen (sin spoiler): un granjero de Iowa, que tuvo una difícil relación con su padre, construye una cancha de béisbol en el maizal de su casa, que es visitado por fantasmas de grandes jugadores, como “Shoeless Joe” Jackson.

Pero por estos días la frase no tiene que ver ni con fantasmas ni con maizales. Es mucho menos romántica, de hecho. Se relaciona con la importancia, política y económica, de tener estadios grandes y modernos en los híper mercantilizados campeonatos deportivos de Estados Unidos.

Tomemos el caso de Los Ángeles. En 1994, tenía dos equipos en la NFL: los Raiders en el Coliseo y los Rams en Anaheim, pero esa temporada ambas franquicias empacaron sus cosas y se marcharon porque los estadios que ocupaban no tenían palcos ni los lujos que otros recintos sí ofrecían. Como la ciudad no se mostró dispuesta ayudar a levantar un nuevo recinto, los Raiders volvieron a Oakland, desde donde habían llegado en 1982, y los Rams dejaron L.A. después de 48 años para instalarse en Saint Louis, ya que les ofrecía un estadio recién construido.

En 1994, Los Ángeles tenía dos equipos en la NFL: los Raiders en el Coliseo y los Rams en Anaheim, pero esa temporada ambas franquicias empacaron sus cosas y se marcharon

Curiosamente, el recinto junto al río Misisipi a su vez también quedó pasado de moda (para los estándares de la NFL, claro, sería un lujo en cualquier otro lugar del mundo) y además no se realizaron las renovaciones contempladas en el contrato entre la franquicia y la ciudad. Eso dio pie para que Stan Kroenke, el nuevo dueño de los Rams y quien también es propietario del Arsenal de la liga inglesa y de los Denver Nuggets de la NBA, comenzara los planes para llevar de vuelta los “Carneros” a Los Ángeles.

Pero antes, claro, tenía que construir un estadio para que la liga aceptara el regreso de una franquicia a la segunda ciudad más grande de Estados Unidos… “si lo construyes, ellos vendrán”. Cuando todavía sus planes de cambio eran un secreto familiar, Kroenke compró 24 hectáreas al lado de Hollywood Park y se asoció con los dueños del hipódromo para crear un ambicioso proyecto con un centro comercial, oficinas, restaurantes, cines, un hotel de lujo y por supuesto, un estadio de fútbol americano para 70 mil personas.

Con la mesa servida, la NFL aprobó en enero de 2016 el regreso de los Rams a Los Ángeles y también la mudanza de los Chargers desde San Diego al nuevo recinto en Hollywood Park. La razón de los “Rayos” no tiene sorpresa: el estadio de la ciudad, conocido por muchos años como Jack Murphy y que recibió el Super Bowl por última vez en 2003, quedó viejo y no hubo interés del municipio por construir uno nuevo.

La construcción del nuevo estadio de Los Ángeles, bautizado SoFi por contratos comerciales, duró tres años y fue inaugurado el 13 de septiembre del 2020 en un partido entre los Rams y los Cowboys. Los Chargers debutaron en su nueva casa una semana después.

EN EL MEDIO DEL DESIERTO

El SoFi Stadium y el establecimiento de los Rams y los Chargers en Los Ángeles, solo vino a solucionar la anomalía que significó que la segunda área metropolitana de Estados Unidos no tuviera un equipo de NFL por 22 años. Pero lo de Las Vegas es especial.

Siempre asociada a las apuestas legales, la ciudad de 700 mil personas estaba extraoficialmente vetada para cualquier liga deportiva de Estados Unidos, que entre otras cosas, prohibían apostar a cualquiera de sus asociados y jugadores. La NFL era una de las más duras, al punto de bloquear cualquier auspiciador ligado al turismo de Las Vegas en la transmisiones del Super Bowl. Pero las cosas generalmente evolucionan, y en esta caso, en gran parte gracias a las apuestas online y a los fantasy.

Primero fue la NBA que estableció su Liga de Verano en la ciudad de Nevada y luego el gran paso lo dio la NHL al autorizar en 2016 la franquicia Vegas Golden Knights.

¿Qué hizo Las Vegas para atraer a un equipo de la liga más popular, millonaria y poderosa de Estados Unidos? Sí, ya saben la respuesta: “Lo construyeron y ellos vinieron”. ¿Quiénes? Los Raiders, franquicia que arrastraba por años problemas con la ciudad de Oakland para deshacerse del viejo Coliseo y levantar un recinto moderno de acuerdo con las exigencias de la liga. La tentadora oferta de Las Vegas incluía un estadio US$ 1,8 mil millones, financiado en buena parte por la ciudad gracias a un alza en los impuestos a los casinos.

El Allegiant Stadium, cerca del aeropuerto internacional de Las Vegas y del Mandalay Bay Resort & Casino.

El acuerdo entre la franquicia y la ciudad se firmó en marzo del 2017 y el 21 de septiembre del 2020, con un duelo entre los Raiders ante los Saints, se jugó el primer partido de fútbol americano profesional en la historia de Las Vegas.

La ciudad será sede del Pro Bowl y del Draft del 2022, pero este miércoles 15 de diciembre recibieron, en la Reunión de Otoño de los dueños de equipos de la NFL, una noticia largamente espera e impensada hasta algunos años: serán sede del Super Bowl LVIII. La final del 2024 estaba asignada a Nueva Orleans, pero, por un tope de fechas con la celebración del Mardi Gras, el evento en Louisiana se corrió para febrero del 2025.

Con eso queda listo el calendario del Super Bowl por los próximos cuatro años: el del 2022 se jugará en el nuevo SoFi Stadium de Los Ángeles, 2023 se disputará en Phoenix, 2024 en Las Vegas y el del 2025 en New Orleans.

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