Un tipo honesto, que dice lo que piensa y hace lo que estime conveniente sin pensar en las consecuencias, o un egocéntrico que necesita la atención de los medios. En ese rango se mueven las opiniones acerca de Rex Ryan, el entrenador en jefe de los New York Jets, y una de las personalidades más polémicas de la NFL.
En una pretemporada extrañamente tranquila para los Jets, en que más encima se deshicieron de la gran distracción que significaba tener al mediático -y mediocre- Tim Tebow entre sus filas, Ryan volvió a llenar las páginas deportivas de los diarios y tabloides de Estados Unidos luego de correr junto a los toros en la fiesta de San Fermín, en Pamplona. Y según un vocero del equipo de Nueva York, que tuvo que salir a responder ante tanto interés periodístico, el entrenador participó en dos encierros: «Rex corrió el domingo y lunes (7 y 8 de julio), y resultó sin lesiones después de ambas corridas».
A Ryan (50 años), quien está de vacaciones en España con su familia, se le ve en un corto de video trepando a una de vallas que cercan el recorrido previo al ingreso a la Plaza de Toros (el video en YouTube). En otra foto, publicada en NFL.com (imagen inferior), se le ve en el mismo sector, relativamente cerca de un toro desorientado. Eso sí, ambos registros dejan claro que el entrenador respetó la tradición de los sanfermines: camisa blanca, pantalón blanco y el pañuelo rojo.
También hay otra foto de Ryan, posteada en Instagram por Ben Patton, figura del reality Ready for Love, de la cadena norteamericana NBC (imagen principal). En la imagen, el entrenador posa junto a Patton y otros sobrevivientes del encierro con una camiseta roja que dice «Bad Toro».
La Fiesta de San Fermín es una de las principales tradiciones de España. Se abren al mediodía de cada 6 de julio y se cierran la medianoche del día 14 del mismo mes. Además de bailes, comidas y las corridas de toros, esta celebración destaca por el encierro que se realiza cada mañana desde las 8 am, en el que sueltan a seis toros que son conducidos por miles de personas durante un trayecto de más de 800 metros hasta la Plaza de Toros de Pamplona, donde luego son lidiados por la tarde. Desde 1924, 15 personas han muerto en un encierro, el último de ellos, el año 2009.