En la foto principal, Peyton Manning conversa con el actor Hank Azaria, quien personifica a un reportero para el Show de Rich Eisen.
Solía ser una jornada en que los jugadores de los equipos finalistas del Super Bowl se encontraban con la prensa que cubría el evento. Luego la comenzaron a hacer en el mismo estadio del partido y ahora hasta le venden entradas a los hinchas para que, básicamente, vean desde sus asientos cómo los periodistas entrevistan a sus ídolos. Ok, es cierto que pueden estar más cerca de los futbolistas e incluso pueden escuchar la entrevista que quieran por un sistema cerrado de audio, pero aun así es difícil no considerar exagerado gastarse US$ 28,5 en este evento.
De todas maneras, este año para el Super Bowl XLVIII que se jugará en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, la NFL volvió a dar su mejor esfuerzo para convertir el Día de la Prensa en un verdadero evento que justifique el gasto de los hinchas.
El Media Day de 2014 se realizó en el Prudential Center de Newark, Nueva Jersey, el estadio de los New Jersey Devils de la NHL, debido a que el MetLife Stadium no es techado . Decisión incuestionable, ya que este martes la región de Nueva York tuvo un día gélido, con una temperatura que tuvo su máxima en -5° Celsius.
En la confortable temperatura de un gimnasio cerrado, más de 7 mil hinchas llegaron a ver cómo millares de reporteros, fotógrafos y camarógrafos se repartía por toda la cancha -que suele estar cubierta de hielo- para entrevistar a los jugadores. El sistema establece cinco podios centrales para el entrenador y las principales figuras de cada equipo, 10 podios secundarios y dos zonas para entrevistar al resto de los futbolistas. La asistencia es obligatoria, y eso incluye permanecer los 60 minutos de cada sesión.
En el Media Day de este martes el primer turno fue para los Denver Broncos y una hora y 45 minutos después aparecieron casi todos los Seattle Seahawks. “Casi”, porque el corredor Marshawn Lynch declinó sentarse en uno de los podios principales y sólo conversó por escasos minutos con los periodistas. De todas maneras, pese a que no colaboró con la prensa como exige el reglamento, la NFL no le aplicaría la multa de US$ 50 mil ya que Lynch igual apareció.

Por la pantalla principal se le anuncia a los hinchas por cual canal de audio pueden escuchar a los jugadores y entrenadores.
A los hinchas que compraron la entrada se le regaló una radio desde donde podían seleccionar el canal para escuchar la conferencia de su jugador preferido (los números del canal aparecen de manera constante en una pantalla gigante, con imágenes de los cinco principales).
Por ese audio escucharon todo tipo de preguntas, algunas deportivas cuando un reportero especializado pudo ser escuchado, pero muchas de ellas son más bien ajenas al deporte mismo (que si les gustan las mascotas, comida favorita, por qué usa barba, y cosas similares) debido a la variedad de la prensa acreditada, que incluye a más de alguno que no tiene miedo al ridículo y va disfrazado.
Dentro de este contingente de periodistas acreditados cada día cobra mayor importancia el hispano hablante, debido a la presencia de Univisión, las mexicanas Azteca y Televisa, más medios especializados como ESPN Deportes y Fox Deportes.
Y cuando los jugadores no estaban en la cancha, bandas universitarias y un grupo tributo a Bruce Springsteen aparecieron en escena para animar la mañana en el Prudential Center.
Ah sí, el Super Bowl. Claro, en algún momento de la jornada se habló de eso. Peyton Manning, por ejemplo, dijo que no le importaba el frío del partido pero que sí el viento que siempre afecta el juego aéreo en el MetLife Stadium. Y el esquinero Richard Sherman fue muy cuidadoso al elegir sus palabras para no repetir una polémica similar a la de hace dos semanas cuando criticó duramente a un receptor de los San Francisco 49ers tras la final de la NFC. Y, obvio, todos dijeron estar “muy emocionados” por disputar un partido como el del domingo.
Sobre el final de la jornada Russell Wilson contestó extensamente una de las mejores preguntas que le hicieron durante 60 minutos. Se refería a cómo le había ayudado al juego de mariscal de campo su experiencia como un destacado beisbolista… La pregunta se la hizo un niño de 10 años del programa NFL Rush Kid Reporter, que afortunadamente puso algo de seriedad en el show.