Los deportes norteamericanos no son ajenos para los brasileños. Rolando Ferreira debutó en la NBA en 1988 por los Portland Trail Blazers y hoy, jugadores como Tiago Splitter (Spurs), Anderson Varejao (Cavaliers) y Nené (Wizards), son figuras en la Liga Nacional de Baloncesto. A eso se suma que en 2012, el catcher paulista Yan Gomes hizo historia como el primer brasileño en las Ligas Mayores del Béisbol.
Sin embargo, hasta 2014, la bandera del “Ordem e Progresso” no había flameado en la NFL. Eso, hasta el 7 de septiembre de este año, cuando en el segundo cuarto del duelo entre los Chiefs y los Titans, Cairo Santos envió una patada de 35 yardas para instalar el nombre de Brasil en la máxima liga de fútbol americano.
Son muy pocos los sudamericanos en la historia de la NFL, y entre ellos, destacan los argentinos Martín y Guillermo (Bill) Gramática y el colombiano Fuad Reveiz. Todos pateadores. Santos sigue la tradición, que en algún momento también pudo contar con el chileno Osvaldo “Pata Bendita” Castro, quien en la década de los 80 se probó sin éxito con los Rams.
A diferencia de los Gramática o de Reveiz, que llegaron muy niños a vivir a Estados Unidos, el brasileño Santos lo hizo como estudiante de intercambio, cuando ya era un adolescente.
Fanático por el fútbol en su natal Sao Paulo, Santos nada sabía del football hasta que se enroló en la secundaria St. Joseph Academy de St. Augustine, Florida, donde descubrió que su habilidad para patear una pelota redonda le daba ventajas para golpear lejos la pelota ovalada.
Eso le valió un cupo en la Universidad de Tulane y en un par de temporadas se convirtió en uno de los mejores pateadores de la NCAA.
Si bien Cairo Santos no fue seleccionado en el Draft de este año, a los pocos días, los Kansas City Chiefs le ofrecieron un contrato para ir a la pretemporada. Luego de eso, fue elegido para el plantel del 2014 como el pateador titular, ganándole el puesto al veterano Ryan Succop, quien se tuvo que ir para buscar otro club.
Los dos primeros partidos oficiales de Santos no fueron ideales, ya que perdió dos de los cuatros goles de campo que intentó, pero después entró en ritmo, logrando 14 FG consecutivos, incluyendo uno en la Semana 7 para el triunfo con 26 segundos en el reloj ante los San Diego Chargers.
Por ahora, los números en sus primeros 15 partidos como profesional arrojan un porcentaje de 81% (17/21) de eficacia en los goles de campo, con una conversión de 53 yardas como el FG más largo. Nada mal para un joven que a los 16 años no sabía nada de fútbol americano y tuvo que aprender de las leyes de este deporte jugando el Madden NFL en su Xbox.