Ahora cayó Carson Wentz, el joven mariscal de los Eagles, clave en esta gran temporada para el equipo de Filadelfia. El QB producto de la Univerisad de North Dakota State, que sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y será baja por el resto de la temporada, se suma a la lista de grandes figuras lesionadas en el actual campeonato y que han colaborado –junto a la polémica por las protestas, la crisis política por la renovación de Roger Goodell y la caída en los ratings- para hacer de este 2017 uno de los años más negros para la NFL.
La lesión de Wentz golpea muy duro a los Eagles, que con una campaña de 11-2, eran serios candidatos a ganar la NFC.
Los lesionados del 2017 podrían armar un equipo de estrellas para la NFL.
Anoten. En la ofensiva, para el puesto de QB están Wentz y Aaron Rodgers, aunque A-Rod podría volver para los últimos partidos de los Packers. También están fuera Deshaun Watson (Texans), Carson Palmer (Cardinals) y Sam Bradford (Vikings).
Detrás de ellos, como corredor, destaca David Johnson, a quien los Cardinals perdieron en septiembre y casi no tiene opciones de volver a jugar.
Entre los receptores, están Odell Beckham Jr. (Giants), Brandon Marshall (Giants) y Julian Edelman (Patriots). El jugador de New England, clave en el triunfo del último Super Bowl, todavía tiene esperanzas de estar disponible para los playoffs.
Al menos los Panthers pueden festejar que su ala ofensiva estrella, Greg Olsen, volverá para los partidos clave del cierre de la temporada regular.
En la defensa quizás está la mayor baja de todas las figuras lesionadas en 2017: el ala defensiva J.J. Watt, el mayor referente de los Houston Texans, se fractura la tibia de su pierna izquierda en la semana 5.
A Watt se suma el esquinero Richard Sherman, uno de los pilares de la “Legion of Boom”, la famosa secundaria de los Seattle Seahawks.
Las bajas son habituales en un juego tan violento como el fútbol americano. Pero este año han sobresalido por el alto número de grandes figuras que han quedado fuera de temporada o que con sus ausencias de varios partidos, han perjudicado a sus equipos. Más encima, en una temporada en que la NFL necesitaba contar más que nunca con sus estrellas para aguantar el declive de la gente que mira la liga por TV.